sábado, 10 de octubre de 2009

Hacia la cumbre

Seducción irresistible

llamada

a repetirse.

Esfuerzo físico

doloroso:

imposición de la voluntad.

Vanidad espartana

que se desvanece:

tranquilidad.

La realidad cotidiana

se desdibuja en lejano paisaje:

paz.

Colores, aromas, brisa, susurros y cantos.

Belleza sobrecogedora

se aquietan ruidos interiores:

silencio.

De la montaña se escucha

su silencio melodioso:

armonía.

La vida emerge indivisible

desde su fuente inagotable:

gozo.

La cumbre

seguirá llamando

con su canto silencioso.