Seducción irresistible
llamada
a repetirse.
Esfuerzo físico
doloroso:
imposición de la voluntad.
Vanidad espartana
que se desvanece:
tranquilidad.
La realidad cotidiana
se desdibuja en lejano paisaje:
paz.
Colores, aromas, brisa, susurros y cantos.
Belleza sobrecogedora
se aquietan ruidos interiores:
silencio.
De la montaña se escucha
su silencio melodioso:
armonía.
La vida emerge indivisible
desde su fuente inagotable:
gozo.
La cumbre
seguirá llamando
con su canto silencioso.